Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que el ex presidente Donald Trump navega su transición a una nueva administración, la nominación de Kari Lake para liderar Voice of America (VOA) ya está generando controversia. La ex presentadora de televisión, conocida por su crítica abierta a los medios, ha suscitado preocupaciones entre periodistas y comentaristas sobre su idoneidad para encabezar una organización que ha estado comprometida durante mucho tiempo con la información imparcial. La afirmación de Lake en las redes sociales de que la VOA "sobresaldrá en su misión: cronicando los logros de América en todo el mundo" ha levantado cejas. Los críticos señalan que esta declaración tergiversa la verdadera misión de la organización, que se basa en la precisión, la objetividad y la representación integral de América en su conjunto, no solo de los logros de la actual administración. Esta divergencia de la carta establecida de la VOA, firmada por el presidente Gerald Ford en 1976, ha llevado a temores de que su liderazgo pueda sesgar la imparcialidad de la organización. Esta preocupación se ve agravada por la larga historia de antagonismo de Trump hacia la prensa, quien frecuentemente etiqueta a los periodistas como "enemigos del pueblo" y a menudo se burla de la cobertura que percibe como desfavorable. El nombramiento de Lake, una figura que ha perdido múltiples campañas políticas y ha mostrado disposición a vilipendiar a la prensa, parece alinearse con el objetivo más amplio de Trump de ejercer un mayor control sobre los medios de comunicación independientes. Muchos dentro de la fuerza laboral de la VOA—compuesta por alrededor de 2,000 periodistas con experiencia en la cobertura de regímenes represivos—se enorgullecen de su compromiso con la integridad periodística. Un periodista de la VOA, que habló bajo condición de anonimato debido a temores de represalias, enfatizó la misión de la organización de operar libre de influencias políticas, particularmente en una era en la que fuerzas autoritarias están librando una guerra de información contra las democracias. El proceso de nombramiento de Lake es complejo. Si bien Trump anunció su selección, también necesitará ser confirmada por el Senado, y un consejo de gobierno compuesto por igual número de republicanos y demócratas, junto con el Secretario de Estado, debe aprobar su nombramiento. Esta desviación del proceso tradicional, por el cual el nombramiento del director de la VOA generalmente recae en el director ejecutivo de la Agencia de Medios Globales de EE. UU. (U.S.A.G.M.), plantea preguntas adicionales sobre la legitimidad de la nominación de Trump. El actual director de la VOA, Michael Abramowitz, quien ha ocupado el cargo desde abril, ha expresado anteriormente la importancia de la organización en la lucha contra la desinformación de países como China, Rusia e Irán. Dijo que da la bienvenida a la perspectiva de una transición fluida, pero reafirmó su compromiso con los protocolos establecidos para nombrar a un nuevo director. Mientras tanto, Frank Sesno, ex jefe de la oficina de CNN y actual profesor en la Universidad George Washington, subrayó los efectos perjudiciales del nombramiento de Lake en la moral de los periodistas dedicados a la información objetiva. Su afirmación de que "los periodistas no son monstruos" sirve como un recordatorio conmovedor del papel vital que el periodismo profesional juega en una democracia funcional, especialmente para aquellos que han arriesgado sus vidas para descubrir la verdad en entornos opresivos. En medio de estos desarrollos, la administración Biden se ha mantenido en gran medida en silencio sobre la nominación de Lake. Sin embargo, John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, reiteró la importancia de mantener la independencia editorial de la VOA, un principio que muchos creen que es esencial para preservar la integridad de sus operaciones globales. A medida que se desarrolla la transición de Trump, el destino de Voice of America pende de un hilo, con su dirección futura potencialmente dependiendo de la confirmación del Senado de Kari Lake. Las implicaciones de este nombramiento se extienden más allá de la organización, planteando preguntas fundamentales sobre la naturaleza del periodismo y el papel de los medios patrocinados por el estado en una sociedad democrática.